La Osa Pérez y el indómito Ososuna
Introducción para quien no conozca aún a la Osa Pérez
Como cualquier niño o niña, tienen nombres, pero no son los nombres que se les ocurre a sus padres osos, son nombres que explican su personalidad, es decir, cómo son y cómo se comportan.
Por ejemplo, nuestra amiga la Osa Pérez, se llama así porque es una Pérez-osa y no la gusta trabajar. Su papá es muy divertido y bromista, así que se llama Oso Graci, es decir, Graci-oso. La mamá es más seria, y no se suele burlar de nada, por eso se llama Respetu-Osa. Pérez-osa tiene dos hermanos, a su mellizo le gusta mucho jugar, con todos los juegos se entusiasma y solo piensa en jugar, así pues, se llama Oso Riji, Riji-oso. Y el mayor es un trabajador que siempre quiere acabar pronto, y por eso es el oso Hacend, Hacend-oso.
La Pérez-osa tiene un espejo mágico por el que pasa al país de una niña, la Princesa Alejandra. Se hicieron las mejores amigas y corrieron sus aventuras juntas. Y siguen juntas ayudando a quienes las necesitan, porque son muy listas y siempre encuentran soluciones.
Empieza la aventura
El indómito Ososuna es el equipo de fútbol de Riji-oso, el hermano de nuestra perezosa protagonista. Para ser más exactos, es el equipo infantil del barrio donde juegan los vecinos y amigos. Por lo general, juegan a la salida del colegio, o los fines de semana entre ellos, pero en ocasiones juegan contra equipos de otros barrios de su pueblo.
En los últimos años, han organizado un campeonato municipal, y luego se animaron a organizar uno regional, donde juegan los campeones del pueblo. Y para acabar, hasta organizaron la copa de Osolancia para los campeones regionales.
Y hoy, precisamente, se juega la final de copa en el pueblo de Pérez, entre el gran favorito, el Real-oso y la gran sorpresa, el indómito Ososuna.
La Pérez-osa no es muy fanática del fútbol pero este día está sentada en el lugar principal, con su familia y una osa extraña tapada con un gran abrigo, que naturalmente, es su gran amiga la Princesa Alejandra.
Como tal vez te preguntes qué hacen esas dos allí, ahora te contamos la historia completa.
Todo empezó una tarde, en la que la familia está sentada cenando. La mamá, Respetu-osa, se dirige a sus hijos pequeños, Pérez y Riji:
- ¿Qué tal en la escuela hoy?
- Muy bien -responde la osezna- Hemos tenido una prueba de lengua y he sacado un 100.
- ¡Qué lista es mi bebé! -se alegró el papá Graci-oso. Y añade:
- ¿Y tú Riji?
- Algo menos, pero nada mal. La mejor nota la he sacado en gimnasia.
- Eso es lo tuyo, hermanito -le felicita su hermano mayor Hacend-oso.- Y por cierto, ¿ya empieza el campeonato infantil de fútbol del barrio?
- En unos días -responde el aludido- espero que esta vez nos vaya bien, aunque no tenemos un gran equipo.
- Eso es fácil de arreglar -interviene Pérez- Yo sé cuatro ositos muy buenos que no están en el equipo y a los que deberíais invitar. Y son del ejército de Alejandra, además: Ansi-oso, Desastr-osa, Mani-osa y Horror-oso. Ya han jugado alguna vez en el equipo, me parece...
El ejército de Alejandra lo forman los oseznos que han corrido aventuras con Pérez y Alejandra, y gracias a a ellas, han superado sus defectos. Y como en el país de Osolandia no hay machismo, se mezclan en el equipo ositos y ositas.
- Tienes razón- contestó Riji-oso. Mañana les hablo en el colegio.
-Vaya, -se rió Graci-oso- además de ayudarles a superar sus defectos, los hacéis jugadores de futbol, sois increíbles.
- Claro que sí -añadió Respetu-osa- serán el arma secreta del equipo.
Mamá osa no era muy aficionada al futbol, pero tuvo razón esta vez. Los nuevos jugadores sorprendieron a los rivales y el Ososuna fue sumando victorias, de tal forma que ganó el campeonato del barrio.
La fiesta de celebración fue muy divertida, y entre risas y tostadas de miel, todos decían:
- ¡Y ahora, a las municipales!
Y allá fueron. Fue más difícil, pero también ganaron. Y con mucho entusiasmo, jugaron las regionales, hubo mucha emoción, pero una hábil jugada culminada con un tiro desde fuera del área de Desastr-osa, les dio el gol del triunfo ante el Atlético Bilboso. ¡El indómito Ososuna, a la final de la copa!
La celebración fue grandiosa, y en el mes que quedaba para la final, los ososunistas se hicieron super famosos. Hasta los padres de Alejandra, el rey Nelo y la reina Fernanda, les felicitaron con alegría. En su reino también se jugaba fútbol, claro está.
Pero como suele pasar, entre tanta alegría, había unos cuantos envidiosos. Y estos eran los tíos y el primo de Mañ-osa: Envidi-osa, Cuern-oso y Bab-oso. Hace tiempo ellos raptaron a la osezna junto a su mejor amigo, Riji-oso, para que fueran sus sirvientes gratis, pero no contaban con la osa Pérez, que los descubrió, liberó a los prisioneros, los escondió en el castillo de Alejandra y luego desenmascaró a los raptores, que pasaron largo tiempo haciendo servicios comunitarios en pago a su felonía.
Pues desde entonces, buscaban cómo vengarse, y les pareció que sabotear a los jugadores estrellas del Ososuna era su gran oportunidad. Por eso, quisieron raptarlos a los cinco.
Empezaron por querer reconciliarse con su sobrina Mañ-osa y la invitaron a su casa, donde lograron encerrarla. Sin embargo, ella se escapó por la ventana, pues era muy hábil, ya que jugaba mucho a Spider-oso, el oso araña.
Creyeron que Desastr-osa sería presa fácil, pues antes de conocer a Pérez, era un desastre total. No sabían que ahora era todo lo contrario, y para ella fue un juego de niños burlar a sus raptores, que la persiguieron en el bosque camino a su casa cuando volvía del colegio.
Cuando lo contó a sus amigos, comprendieron que no era coincidencia, por eso, cuando quisieron ir por Riji-oso y Horror-oso, el ejército de Alejandra ya estaba alerta y les tendieron una trampa con ayuda de sus padres, claro, y la Polici-osa. Al final, los raptores salieron por patas, pues casi reciben una buena paliza, y se escondieron en otro pueblo para estar a salvo.
Esa noche, Alejandra, que estaba al tanto de todo, pasó a visitar a su amiga para que le contara qué había pasado.
- Y al final se escaparon corriendo como locos -.contaba la osita- y han desaparecido. No creo que vuelvan nunca.
- Eso es genial -se alegró la niña- pero no creo que sea el final. Puede que ahora paguen a alguien para que haga el trabajo sucio por ellos.
- Pues tienes razón. Tendremos que seguir vigilando.
- Hay que tener cuidado si vienen forasteros al pueblo -siguió la princesa.- Y vigilarlos si se acercan a alguien del equipo.
Así lo hicieron. Todo el ejército principesco se turnó para vigilar a los cinco jugadores discretamente, y pronto se fijaron en dos osos feos que a su vez vigilaban a los futbolistas.
- Tendamos otra trampa -propuso Pérez-osa al ejército- Pero esta vez no hay que dejarles escapar.
- Bien dicho -exclamaron todos.
Y la princesa añadió:
- Mis padres han dicho que enviarán algunos caballeros para ayudar y que nadie escape.
Así pues, la tarde del día siguiente, los cinco ositos perseguidos se fueron solos por el bosque. Los raptores se aseguraron que nadie les vigilaba ni les seguía y fueron tras ellos. Cuando llegaron a un claro del bosque, vieron que los oseznos estaba allí sentados, y con grandes sacos, fueron a por ellos.
Lo que no sabían, es que el ejército de Alejandra ya estaba allí. Entonces, cuando los malos avanzaron, fueron rodeados por osos y caballeros provistos de cuerdas. Los caballeros, más ágiles, les lazaron como si fueran toros en un rodeo, y los otros osos, más fuertes, sujetaron las cuerdas para que no escaparan.
Al verse atrapados, confesaron todo: que Envidi-osa y los demás les habían contratado para sabotear al Ososuna, y que al secuestrar a los jugadores tenían que enviarles una carta.
- Pues vayan escribiendo esa carta -ordenó la osa Pérez, que vamos a dar una alegría a esa Envidi-osa.
Así lo hicieron, y para que se lo creyeran mejor, los cinco ositos, Horror-oso, Desatr-osa, Mani-osa y Ansi-oso, junto a Riji-oso, pasaron al país de Alejandra, ya que solo quedaban dos días para el partido, para entrenar y estar a salvo.
- Vais a entrenar con el equipo de los caballeros del castillo- les dijo Pérez.
- Ellos son más ágiles que vosotros, así que podréis aprender de ellos y sorprender así al equipo rival. -Acabó la princesa.
Con esto, la banda Bab-osa estaba muy contenta de su éxito. Mientras que los otros jugadores del equipo, que sí sabían que sus compañeros estaban escondidos, simulaban estar muy preocupados.
Y esta es la razón por la que el día del partido, Pérez, su familia y su gran amiga, estaban sentados en el palco que los directivos de Ososuna (del equipo de mayores de primera división) les dejaron para agradecer su ayuda.
El partido fue muy emocionante. Al principio, el entrenador no sacó a sus armas secretas, con lo que el Real-oso se confió, y más cuando se adelantaron en el marcador. Sin embargo, en la segunda parte, salieron los cinco escondidos, y lograron empatar la contienda.
La defensa enemiga marcó estrechamente a los nuevos incorporados de forma que no pudieron meter otro gol, y cuando parecía que iban a ir a los penaltis, la osa Pérez y la princesa Alejandra, les gritaron a sus amigos:
- ¡Ahora!
- Desastr-osa roba el balón con mucha agilidad en el centro del campo y avanza por la banda, esquivando a los rudos defensas del Real-oso. Da un pase a la frontal del área, donde Mañ-osa se revuelve con gran agilidad, atrayendo sobre ella a la defensa. Da un pase atrás para Ansi-oso, quien esquiva al defensa lateral y corre por la banda. Horro-oso aparece sorteando a todos los contrarios y se planta en el punto de penalti, donde recibe el balón. El portero se le echa encima pero Horror-oso le regatea y hace al pase de la muerte a Riji-oso que aparece libre de marca. Tira a puerta y...¡¡¡GOOOOOL. OSOSUNA CAMPEÓN!!!
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